En el mundo de los negocios, se puede utilizar una terminología diferente para describir una situación en la que las empresas se combinan para formar una nueva organización. Estos son: fusión, adquisición y joint venture. Cada uno, sin embargo, tiene sus particularidades.
¿Qué significa fusión?
En una fusión, dos empresas se unen y se convierten en una sola organización. En este caso, normalmente ambas empresas entregan sus acciones, luego se forma la nueva empresa y se emiten nuevas acciones. Existen varios tipos de fusiones:
Fusiones horizontales: Se dan entre dos empresas que son competidoras directas y comparten los mismos mercados y líneas de productos.
Fusiones congenéricas: ocurren entre dos empresas que tienen la misma base de clientes, aunque de diferentes maneras.
Fusiones verticales: Se dan entre una empresa y un cliente o una empresa y un proveedor.
Conglomerado: Un conglomerado ocurre cuando dos empresas sin áreas comunes de negocios se unen para convertirse en una sola. En esta categoría, hay fusiones de compra y consolidación.
Fusión de extensión de producto: esta es una situación en la que dos empresas que se ocupan del mismo producto en diferentes mercados se fusionan.
Fusión de Extensión de Mercado: Esta es una fusión entre dos compañías que venden el mismo producto en diferentes mercados.
Qué es una adquisición
Una adquisición es cuando una empresa se hace cargo de otra, generalmente con la intención de agregar la organización adquirida como subsidiaria a su cartera de negocios.
¿Qué es una empresa conjunta?
Una empresa conjunta es un escenario en el que dos empresas forman una nueva organización, pero la identidad de las dos empresas sigue existiendo, aunque por separado. Hay varias razones que pueden hacer necesaria la necesidad de empresas conjuntas: necesidad de más recursos que están más allá de lo que tiene cada empresa; necesidad de compartir conocimientos; la mejor tecnología.
La similitud entre todas ellas es que tanto la fusión, como la adquisición y la joint venture se dan con la unión de dos empresas.
La publicación estadounidense “Harvard Business Review” explica que “los acuerdos de adquisición son competitivos, basados en precios de mercado y arriesgados, mientras que las alianzas son cooperativas, negociadas y no tan arriesgadas”.
Un acuerdo de fusiones y adquisiciones, dice la publicación, tiene sentido en una situación en la que se pueden eliminar los despidos operativos y las mejores partes de ambos negocios sobreviven y prosperan. En una empresa conjunta, la relación es por un período de tiempo negociado. Una fusión o adquisición es, al menos en teoría, para siempre.
¿Qué es mejor: M&A o joint venture?
Las cifras muestran que las empresas conjuntas generan valor a largo plazo. Un estudio realizado por la consultora Bain & Company mostró que las empresas conjuntas superaron a las fusiones y adquisiciones en términos de entrega de recompensas financieras. La encuesta analizó acuerdos durante un período de 20 años, de 1995 a 2015, y encontró que «el valor de las empresas conjuntas creció un 20% por año, el doble de la tasa de acuerdos de fusiones y adquisiciones». La encuesta de Bain de más de 250 empresas encontró que, en términos de aceleración del crecimiento, el 60% de los encuestados dijo que su empresa conjunta «superó las expectativas y creó valor» en los últimos cinco años.
Sin embargo, esto no quiere decir que una empresa conjunta sea mejor o peor que una fusión o adquisición. De alguna manera, las dos operaciones se superponen en términos de función, pero en otras, logran objetivos comerciales completamente diferentes.
Con cualquier enfoque (fusión, adquisición o empresa conjunta), es fundamental realizar la diligencia debida adecuada. Durante este proceso, incluso es posible cambiar de rumbo y considerar soluciones alternativas.
Al hablar de sociedades como las empresas conjuntas, Bain advierte que son “difíciles de hacer bien”, ya que requieren mucho enfoque y cooperación, además de un manual que difiere en algunos aspectos fundamentales de las fusiones y adquisiciones tradicionales. “Las empresas deben abordar con cuidado estas diferencias”, dice la consultora.
Al profundizar en las empresas conjuntas, la consultora dice que la diferencia entre ganadores y perdedores está en la ejecución. “La clara creación de valor/economía y la estrategia son los principales (y casi iguales) contribuyentes al éxito, según nuestra encuesta de 281 profesionales, y la falta de estas dimensiones contribuye al fracaso”, escribió Bain en un artículo.
Sin embargo, las principales razones del fracaso están relacionadas con la ejecución: pobre adecuación cultural y falta de un fuerte compromiso por parte de la alta dirección. La ejecución, advierte la consultora, es un proceso continuo que requiere diligencia inicial y un fuerte compromiso a lo largo de la vida de la asociación. Tener un libro de jugadas de asociación efectivo puede contribuir en gran medida a lograr una ejecución efectiva y evitar el destino de hundirse en el tercio inferior de las asociaciones que destruyen el valor.